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19 septiembre 2006

QUE TAN LEJOS . . .


Estas a punto de perder la vida, una palabra te separa de muchas ausencias, estas dispuesto a pronunciarla?
Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com


Tristeza, como se hace llamar Teresa no se sabe si por amor o por coraje inicia su viaje de Quito a Cuenca, para desbaratar el matrimonio de un mochilero que conoció en la playa, de quien presume es preso de su familia para casarse con la típica niña de familia. En su urgencia por llegar y frente a la tragicomedia cotidiana de la realidad nacional, que en esta ocasión le sorprende con un paro en su camino, que nadie sabe por qué se da, Tristeza decide continuar su viaje a pies y jalando dedo, a ella se une Esperanza una turista española mochilera que se deja llevar por la fuerza de su compañera de autobús; en el periplo la aventura ronda todas las circunstancias, un actor poeta y su abuela en ausencia se unen a ellas en Alausí y permiten que la protagonista dude del motivo de su viaje más no de él, que pretende terminar hasta las últimas consecuencias. Al llegar a su destino los protagonistas tienen una sensación de haberse superado a si mismos y de ahí en adelante son otros, en la cuerda floja de amar y saber que tan lejos viven los ecos de ese amor

El paisaje, de la trama embriaga y el buen humor de los personajes al menos a los ecuatorianos, nos sacarán más de una risa y nos permitirán vislumbrar la realidad ecuatoriana desde dos ópticas bien marcadas la turista española que no quiere entender los conflictos propios y la de Tristeza que le abre los ojos y que le hace ver que en nuestro país hay mucho más que geografías, que es un país con historia que se resiste a caer y que sin embargo esta cayendo por los reiterados lugares comunes de la crisis como son la falta de gobernabilidad y sobre todo el que a veces son muy pocos que saben por que luchan.

El filme es una magnifica oportunidad para reírnos de nosotros mismos y para descubrir y potenciar la inmensa diversidad de nuestras culturas, que están presentes en toda la trama y que avanzan irremediablemente hacia el mestizaje.

Redefiniendo las posibilidades la directora cuencana Tania Hermida, desde diversas cosmovisiones nos presenta un Ecuador, donde todo es posible, sin desvirtuar la idiosincrasia de nuestra gente, sin caretas, la directora logra potenciar lo cotidiano y con una infinita creatividad, se posesiona como un cine autentico de nuestro país, como un filme verdaderamente ecuatoriano, no solo por el hecho de donde fue filmado sino por la esencia de su trama.

La amistad, ese eje eminentemente humano ancla en cada dialogo, se hace fuerte y conmueve a una audiencia totalmente identificada, que a ratos se siente protagonista de y toma su mochila y se embarca preguntándose que tan lejos …, qué tan lejos me atrevería a llegar yo.Que tan lejos, es un eslabón hacia el nuevo cine ecuatoriano que se encuentra en una etapa de evolución, hacia un cine sin muletillas que sustente sus producciones en la creatividad de directores, personajes, guionistas, etc. Qué tan lejos es una imagen del Ecuador hacia el mundo.

08 septiembre 2006

GABRIEL CISNEROS ABEDRABBO



GABRIEL CISNEROS ABEDRABBODos de diciembre de 1972, habitante de un mundo donde los cuestionamientos van más allá del creador y se propagan en versos, en cantos, en ritos donde las sensaciones emigran al lector y se radican en él.Poeta de la generación posterior al pos desencanto, su trabajo es serio y constante: en 1992, obtiene el premio provincial de poesía joven “Alfonso Chávez Jara”; en el 2003 y en el 2005 gana el Segundo Lugar en el Concurso Provincial de Poesía, convocado por el H. Consejo Provincial de Chimborazo.Ha publicado “Ceremonias de amor y otros rituales” 1996 (Casa de la Cultura de Chimborazo), “Ego de piel” y “Cópula panteísta” 2003 (Ed. Pedagógica “Freire”), “El otro Dios que soy Yo” y “Ombligo al infierno” 2004 (Ed. Pedagógica “Freire”) y “Mujeres para Morir” 2005 (Ed. Pedagógica “Freire”). Además en antologías, revistas y periódicos dentro como fuera del país. Actualmente se encuentra trabajando en el poemario “Poemas sin mí”, que se editará en los próximos meses.El creador también ha incursionado en la crítica artística en varios medios de comunicación social como diario “El espectador” (1999 – 2000), la Revista dominical Panorama de Diario Regional los “Andes” (2001 –2002), actualmente colabora con la revista “Vida a Colores” de diario “La Prensa” en donde esta encargado de la difusión y comentario de aquellos cultores de las distintas artes.Lo más importante en Gabriel Cisneros es que no existe un divorcio entre el poema y el poeta, los dos son uno en la dualidad, que parte de la vida misma del escritor.

EDWIN LLUCO Y LA IRREVERENCIA CONSTRUCTIVA


Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com



En un mundo donde espinas se incrustan en todas las dimensiones del ser humano y el consumo es parte del ceremonial, casi religioso, de una modernidad sin conciencia que ha roto todos los equilibrios, las obras plásticas del artista Edwin Lluco, se encaminan en la cuerda floja a crear una forma de entender el mundo con la que podamos transformarlo desde colores y filosofías estéticas.

Siendo un creador profundamente vinculado por piel, genes y cosmovisión a los movimientos indígenas, siente en todos sus karmas el dolor del pueblo y lo proyecta con temáticas que rompen el paisaje visual, común en muchos pintores, con realidades donde sus protagonistas crucificados en todos sus frentes sangran la tierra y los pájaros con gritos de ocres ensordecedores exigiendo la reivindicación y en algunos casos la venganza.

La obra de Lluco podría calificarse como un indigenismo urbano, como una simbiosis del indio que amestizado en la ciudad lucha constantemente por tener voz y poder usarla, los colores son para el artista alfabetos con los que levanta monumentos para que nadie olvide explotaciones que se cometieron y se siguen cometiendo en un país y una realidad que tiende a olvidarlo todo.

Con fuerza y a veces con violencia el color rompe con la pasividad, la pupila no puede abstraerse ante una numerosa obra que no claudica, que no se substrae a la realidad con facilismos, con bellas creaciones que en esta ambigüedad no tienen sentido.

Lluco es un pintor signado, por no decir poseído por la urgencia de entregar, de aportar desde sus lienzos. El es un poseso en donde el arte se explaya, se viste y vive en anarquías, en transparencias y en la condición más humana posible.

Cecilia Suárez Moreno, al respecto de su obra manifiesta: “ La obra de Lluco no es obra de salón, no es obra decorativa, no es comercial; Lluco esta marcado por la pasión de Goya o un Guayasamín, porque ha asignado a su obra de denunciar los horrores, de la guerra o la ira, actuales subterráneos, nocturnos; esos horrores que inflaman su joven corazón sensible, puro, noble, aun esperanzado de artista y hombre golpeado, indignado, herido por el horror y el error que inundan este planeta, asqueado de muerte, mentiras e infamias…”.

Creemos firmemente en el trabajo de este artista, por lo que felicitamos su exposición itinerante que se inaugura hoy en Loja y que se expondrán también en Guayaquil, Quito y Riobamba. Creadores como él nos representan y su talento y valía ya son parte de la memoria de una ciudad como Riobamba, que desde las artes va tomando conciencia.

Ayahuasca …El espíritu de la selva de PABLO NARVÁEZ

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

Pablo Narváez es un sueño de teclas vibrando en horizontes por descubrir, su vitalidad se ha plasmado en muchos trabajos discográficos entre los que se destacan: “Galápagos Sonidos y Silencios” y “Ayahuasca . . . El espíritu de la selva”, que en un genero New Age se meten en las fibras de quien al escuchar la música se transporta a dimensiones mágicas y de profunda paz.

“Galápagos Sonidos y Silencios”, Descubre a un creador distinto, el vibrar se ha convertido en agua, el piano se inicia en los ritos y misterios de la naturaleza, y se expresa en un tono de exhortación, de búsqueda de los equilibrios espirituales y de proyección de la belleza de las Islas Galápagos. La música de la nueva era (New Age) tiene en las manos de Pablo Luís esa eclosión de notas; y, cánticos de lobos marinos, pájaros y delfines, que marcan un mundo que todavía tiene esperanzas.
Los sonidos & silencios recreados desde el vibrar del artista, nos transportan a viajes imaginarios, circulares; y, se tributan a la energía desde las profundidades del mar, desde la belleza de lo ignoto y de la grandeza de un creador que es interprete de las mágicas armonías de las conchas, del viento silbando sinfonías en el agua. “Sonidos y Silencios” en su constante transmutación en las manos del Alfarero, en la evolución constante de la vida.

“Ayahuasca . . . El espíritu de la selva”, A través de los sonidos del piano, melodías sutiles se funden y entienden la armonía manifiesta de la naturaleza, en viento, lluvia, ríos, cascadas, flora, fauna y en todos los espíritus que se auto convocan a la melodía de la selva.

El hombre circular, cósmico, vibra desde las comunidades nativas completando esta sinfonía sin romper el equilibrio, sin destruir el sueño de mañanas, con sus cantos ancestrales, con sus ritos de ayahuasca, con los que se pasea entre los mundos, con los que trasmuta la muerte y la entiende en su verdadera dimensión.

En la partitura de la selva, el la música fundamental guardada en nuestros genes y esperanzas, esos hombre marcan el ritmo y palpitan en la misma intensidad de la tierra.

Querido lector le invitamos a escuchar la música de Pablo Narváez y a disfrutar de esa vitalidad de la naturaleza, recogida en notas, ecos y gesticulaciones bellas.

07 septiembre 2006

TRAPICHE AZUL

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com


Se murió la Jacinta.
Su vida se largo por el fregadero.
¡No hay caja tan ancha
para alma tan limpia,
ni tierra tan pura
para flor tan perfecta!

Rubén Molina


Rubén Molina, nació en 1964 en la comunidad de Saraguro, provincia de Loja, es pintor escultor y poeta, en su quehacer artístico ha realizado exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera del país, formando su obra pictórica parte de importantes colecciones. Como escritor ha publicado: “Visiones” (novela), “Entre niños y genios” (Ensayos poéticos), “Los caballeros sin mancha” (Novela), “Los Tejedores del Fuego” (Novela) y tiene varios trabajos listos para su publicación.

En la sublimación certera de los trapiches de viento, los azules de Rubén Molina como posesos transformadores se toman lienzos y poemas, transitan por míticos mundos, donde el profeta, el demente y el trovador son protagonistas de utópicas dimensiones en la búsqueda de encontrar la esencia más simple de las cosas.

El ángel-infierno que habita en ese mundo diagramado por Molina, es creativo, apasionado, humano; es mar abrazando islas tristes, en fin es esencia del Todo transmutando en el arte, evolucionando en la palabra. Sus obras tienen la tenacidad para sobrevivirlo y perennizarlo. A muchos asustan, a muchos conmueven y a todos nos generan un sentimiento de búsqueda, de iniciar un viaje para redefinir muchas circunstancias.

Entre los lienzos como grietas de un astro que reinventa, saltan escultopinturas y se posesionan sin litigios en la pupila, esta modalidad hibrida tiene en el creador a un empecinado que no se da por vencido en las batallas, el arte que no es otra cosa que la constante inquisición en la propia alma, flagela cada segundo a Molina dándole alas, espacios por reinventar y una coraza de éter.

Sus manos inician diálogos atemporales con el ser cósmico que esta surgiendo en un entorno invadido por las máquinas, en un entorno que ofensivamente pretende instalar un chip en la humanidad para que olvide su raigambre milenaria y se convierta en una secuela del consumo. Junto a otros seres de luz inicia una lucha y se enfrentan a los miedos de la modernidad.

Él se describe como “…un conocedor de la naturaleza humana; las incógnitas de la sucesión de sueños donde sus criaturas serenas, fantasmales emanan el poder del misterio, deambulando en una insospechada oscuridad transformándonos en cómplices de sus abismos, donde el observador encontrará el concepto de seres incubados en el más allá de lo visible…”

Molina se da un abrazo con su obra, ve en ella el tragaluz donde se encanecen las pestañas y el dios pretérito recobra entre líneas el paraíso perdido.

ESCRIBIDORES Y DEMONIOS

Gabriel Cisneros Abedrabbo

Para qué escribir en un mundo donde la cotidianidad va perdiendo el alma y la conciencia relega cada segundo los valores trascendentales de ser y sentirse humano, para qué si todos los paradigmas aparentan deshojarse en un cementerio de sueños olvidado tras la red, el monitor y el desamor. Esta interrogante confronta al escribidor que frente a la hoja en blanco danza con los demonios que acosan a todos los artistas. El tacho de la basura va creciendo con textos que no llegan, que no inmovilizan, que no golpean y se maquillan simplemente para la comedia que tras todas las mascaras se va desarrollando.

La pregunta vuelve, para qué escribir, para qué sembrar flores en un jardín de acero; la respuesta va germinando lenta pero con una tenacidad del volcán que sin miedos o avisos nos enterró en ceniza; escribir para no dejar de ser, para no incrementar las estadísticas del desencanto y entregar los castillos al olvido.

Al principio creí que el escritor al diagramar con palabras mundos, vencía a la muerte al perennizarse en la memoria colectiva, escribir es mucho más que eso es plasmar de una manera crítica la conciencia de todos los seres medianamente inteligentes que habitamos este planeta, para denunciar, transformar, en definitiva para que no se olvide quienes somos y a donde queremos ir. El escritor y el artista son la conciencia, la fuerza espiritual que desde la materialidad el ser humano proyecta en su evolución a la divinidad.

El escritor, es un ser acosado de demonios, de voces que lo despiertan en la noche y lo incitan a crear. Siendo estos demonios las percepciones profundamente sensibles que éste tiene de la realidad, él ve lo que los demás seres no ven o no quieren ver y en esa angustia de sentirse solo frente a un conglomerado con no lo entiende sublima sus miedos y felicidades en el alambique de las palabras, hacia un fluir de futuros con memoria histórica, social.

Se escribe, como una profunda necesidad de sobrevivencia, sin la palabra muchos terminaríamos locos o muertos, el rito de escribir tiene muchos bemoles y muchos conciertos, esos silencios y soledades también acosan al escritor y a veces lo incitan a crear las más bellas composiciones, por lo general las mejores obras literarias se han creado y se crean en profundos estados de sufrimiento, convirtiéndose el arte la mejor forma de sublimación de los miedos.

Escribir es una aventura, como las de la edad media en la que hay que vencer dragones y demonios, vencerse a si mismo y sobrevivir a la hoja en blanco que día a día nos acosa, nos intimida y pretende ganarnos la partida.