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07 enero 2009

EL BUSCADOR DE ORO

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com
Sin prisas en la necesidad de palpar la poesía, inicio la lectura de “El Buscador de Oro” del escritor Fernando López Milán, texto editado por Editorial “El Conejo”, que en ciento cincuenta y seis páginas fusiona fábulas y poemas. Animales mutan desde su naturaleza a la dimensión humana, a ese perder el sendero, a ese sentimiento de palpar la existencia desde el bien y el mal, donde las fabulas a ratos nos dejan el sinsabor de la realidad, la dualidad de la hilaridad o la esquina blanca de la esperanza.

Fernando López Milán es un descubrimiento, en los nuevos talentos de la literatura chimboracense que termina (o emprende) su iniciación a los espacios de la palabra con este libro, que desde su concepción aporta con una forma limpia a la socialización de los sentimientos, las sensaciones y las formas con que la vida fluye segundo a segundo.

Todos los sables y las músicas que se engendran en la palabra se yerguen vitales en el escritor-hombre llamado Fernando López Milán, a quien el escritor Raúl Pérez Torres califica como “… Malabarista de la síntesis, dice que en alguna parte estaba todo el mundo, sólo faltaba el lobo. Yo pienso, que es en estas fábulas donde se encuentra, de cuerpo entero el lobo, y, quién sabe, también el Santo de Asís”.

La poesía que surge de entre las páginas de esta alquimia en papel, es certera, penetrante, tiene la fuerza de involucrarnos en un mundo de infinitas posibilidades donde somos: puente y salto; oscuridad y sol; poesía que se hace canto en los silencios, poesía que engendra y atesora la luz que Fernando López ha sabido cultivar.


Fernando López Milán nació en Riobamba, provincia de Chimborazo, el 21 de marzo de 1964. Realizó estudios de sociología (Quito) y ciencias sociales aplicadas a la salud (Barcelona). Es profesor universitario y trabaja en la promoción de los derechos de la niñez y adolescencia. Ha publicado algunos textos relacionados con este tema.[1]
CÁRCEL

Platón tenía razón:
el cuerpo es una cárcel
enciérrame en la tuya,
aunque sea una parte.
[1] Reseña biográfica tomada del libro El Buscador de Oro

1 comentario:

LaMar dijo...

Interesante blog
un abrazo