Gabriel Cisneros Abedrabbo
La Eva, maravillosa, incitadora a planos de conciencia y erotismo, es redescubierta en la necesidad de vida de Nelson Villacís, quien la va moldeando con la palabra en nuestros sentidos asustados, palpitantes e inclusive extasiados, que a partir del texto, la perciben diferente, con una conciencia plena que guía al Adán temeroso y torpe a la Luz.
“Eva ebriedad y enigma”, es la tercera publicación de Nelson Villacís, quien con una poesía sin complicaciones nos va desenredado un mito machista de la historia y redimensiona el valor e importancia de la mujer, denotando una actitud irreverente por justa, antidogmática por necesaria y humana, porque ante todo y después de todo nuestra naturaleza es una manifestación plena de dios libre de religiones, miedos y más elementos que involucionan la conciencia.
El amor toma vigencia, en un mundo que nos encarcela en estadísticas y mazmorras mentales, el amor transmuta las esencias con la palabra, y nos proyecta a un espacio desde el cual el hombre es nuevo ya no en esas viejas utopías, sino en su propia individualidad, que ve y pelea para transformarse y transformar.
Ha ratos Villacís, explota con tal furia como lo habría hecho Adán, y se revela contra la Eva representada en la mujer amada cuya ausencia es demasiado grande para permitírsela, el verso se vuelve cómplice, esclavo y monarca y el poeta sobre todas las circunstancias, sobre si mismo cae en la utilización de un lenguaje que podría herir el oído de mojigatos e hipócritas, pero que calza en el edificio del amor, cohesionando en el hecho de escribir ó leer el poema el amor y la literatura.
Las formas, las texturas y el fuego de la poesía de este entrañable irreverente y amigo, Nelson Villacís, no deben ser descritos en una critica un poco fría, deben ser descubiertos en el acto de amor que el lector y el poeta mantienen en la sobrevivencia del texto; así que les invito a que se integren al sueño del poeta y que transmuten los actos en el tercer elemento del arte; porque para mí la lectura de un texto la contemplación de una obra de arte u otros entraña un dialogo entre el creador y el espectador y de este diálogo, como fruto de una armonizar de fuerzas distintas surge la valoración personal del bien artístico y eso es lo realmente importante porque desde nuestra individualidad asimilamos, construimos y recreamos el arte.
Este libro que se entrelaza con mis manos, es el fruto de un montaje actoral que llevó el mismo nombre y cuya dimensión en la implantación de nuevos paradigmas fue de naturaleza única en la ciudad de Ibarra; con el recital de cuerpos desnudos, de almas desnudas de pensamiento libre, que guardo como un referente en la memoria.
“Eva ebriedad y enigma”, es la tercera publicación de Nelson Villacís, quien con una poesía sin complicaciones nos va desenredado un mito machista de la historia y redimensiona el valor e importancia de la mujer, denotando una actitud irreverente por justa, antidogmática por necesaria y humana, porque ante todo y después de todo nuestra naturaleza es una manifestación plena de dios libre de religiones, miedos y más elementos que involucionan la conciencia.
El amor toma vigencia, en un mundo que nos encarcela en estadísticas y mazmorras mentales, el amor transmuta las esencias con la palabra, y nos proyecta a un espacio desde el cual el hombre es nuevo ya no en esas viejas utopías, sino en su propia individualidad, que ve y pelea para transformarse y transformar.
Ha ratos Villacís, explota con tal furia como lo habría hecho Adán, y se revela contra la Eva representada en la mujer amada cuya ausencia es demasiado grande para permitírsela, el verso se vuelve cómplice, esclavo y monarca y el poeta sobre todas las circunstancias, sobre si mismo cae en la utilización de un lenguaje que podría herir el oído de mojigatos e hipócritas, pero que calza en el edificio del amor, cohesionando en el hecho de escribir ó leer el poema el amor y la literatura.
Las formas, las texturas y el fuego de la poesía de este entrañable irreverente y amigo, Nelson Villacís, no deben ser descritos en una critica un poco fría, deben ser descubiertos en el acto de amor que el lector y el poeta mantienen en la sobrevivencia del texto; así que les invito a que se integren al sueño del poeta y que transmuten los actos en el tercer elemento del arte; porque para mí la lectura de un texto la contemplación de una obra de arte u otros entraña un dialogo entre el creador y el espectador y de este diálogo, como fruto de una armonizar de fuerzas distintas surge la valoración personal del bien artístico y eso es lo realmente importante porque desde nuestra individualidad asimilamos, construimos y recreamos el arte.
Este libro que se entrelaza con mis manos, es el fruto de un montaje actoral que llevó el mismo nombre y cuya dimensión en la implantación de nuevos paradigmas fue de naturaleza única en la ciudad de Ibarra; con el recital de cuerpos desnudos, de almas desnudas de pensamiento libre, que guardo como un referente en la memoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario