Estas a punto de perder la vida, una palabra te separa de muchas ausencias, estas dispuesto a pronunciarla?
Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com
Tristeza, como se hace llamar Teresa no se sabe si por amor o por coraje inicia su viaje de Quito a Cuenca, para desbaratar el matrimonio de un mochilero que conoció en la playa, de quien presume es preso de su familia para casarse con la típica niña de familia. En su urgencia por llegar y frente a la tragicomedia cotidiana de la realidad nacional, que en esta ocasión le sorprende con un paro en su camino, que nadie sabe por qué se da, Tristeza decide continuar su viaje a pies y jalando dedo, a ella se une Esperanza una turista española mochilera que se deja llevar por la fuerza de su compañera de autobús; en el periplo la aventura ronda todas las circunstancias, un actor poeta y su abuela en ausencia se unen a ellas en Alausí y permiten que la protagonista dude del motivo de su viaje más no de él, que pretende terminar hasta las últimas consecuencias. Al llegar a su destino los protagonistas tienen una sensación de haberse superado a si mismos y de ahí en adelante son otros, en la cuerda floja de amar y saber que tan lejos viven los ecos de ese amor
El paisaje, de la trama embriaga y el buen humor de los personajes al menos a los ecuatorianos, nos sacarán más de una risa y nos permitirán vislumbrar la realidad ecuatoriana desde dos ópticas bien marcadas la turista española que no quiere entender los conflictos propios y la de Tristeza que le abre los ojos y que le hace ver que en nuestro país hay mucho más que geografías, que es un país con historia que se resiste a caer y que sin embargo esta cayendo por los reiterados lugares comunes de la crisis como son la falta de gobernabilidad y sobre todo el que a veces son muy pocos que saben por que luchan.
El filme es una magnifica oportunidad para reírnos de nosotros mismos y para descubrir y potenciar la inmensa diversidad de nuestras culturas, que están presentes en toda la trama y que avanzan irremediablemente hacia el mestizaje.
Tristeza, como se hace llamar Teresa no se sabe si por amor o por coraje inicia su viaje de Quito a Cuenca, para desbaratar el matrimonio de un mochilero que conoció en la playa, de quien presume es preso de su familia para casarse con la típica niña de familia. En su urgencia por llegar y frente a la tragicomedia cotidiana de la realidad nacional, que en esta ocasión le sorprende con un paro en su camino, que nadie sabe por qué se da, Tristeza decide continuar su viaje a pies y jalando dedo, a ella se une Esperanza una turista española mochilera que se deja llevar por la fuerza de su compañera de autobús; en el periplo la aventura ronda todas las circunstancias, un actor poeta y su abuela en ausencia se unen a ellas en Alausí y permiten que la protagonista dude del motivo de su viaje más no de él, que pretende terminar hasta las últimas consecuencias. Al llegar a su destino los protagonistas tienen una sensación de haberse superado a si mismos y de ahí en adelante son otros, en la cuerda floja de amar y saber que tan lejos viven los ecos de ese amor
El paisaje, de la trama embriaga y el buen humor de los personajes al menos a los ecuatorianos, nos sacarán más de una risa y nos permitirán vislumbrar la realidad ecuatoriana desde dos ópticas bien marcadas la turista española que no quiere entender los conflictos propios y la de Tristeza que le abre los ojos y que le hace ver que en nuestro país hay mucho más que geografías, que es un país con historia que se resiste a caer y que sin embargo esta cayendo por los reiterados lugares comunes de la crisis como son la falta de gobernabilidad y sobre todo el que a veces son muy pocos que saben por que luchan.
El filme es una magnifica oportunidad para reírnos de nosotros mismos y para descubrir y potenciar la inmensa diversidad de nuestras culturas, que están presentes en toda la trama y que avanzan irremediablemente hacia el mestizaje.
Redefiniendo las posibilidades la directora cuencana Tania Hermida, desde diversas cosmovisiones nos presenta un Ecuador, donde todo es posible, sin desvirtuar la idiosincrasia de nuestra gente, sin caretas, la directora logra potenciar lo cotidiano y con una infinita creatividad, se posesiona como un cine autentico de nuestro país, como un filme verdaderamente ecuatoriano, no solo por el hecho de donde fue filmado sino por la esencia de su trama.
La amistad, ese eje eminentemente humano ancla en cada dialogo, se hace fuerte y conmueve a una audiencia totalmente identificada, que a ratos se siente protagonista de y toma su mochila y se embarca preguntándose que tan lejos …, qué tan lejos me atrevería a llegar yo.Que tan lejos, es un eslabón hacia el nuevo cine ecuatoriano que se encuentra en una etapa de evolución, hacia un cine sin muletillas que sustente sus producciones en la creatividad de directores, personajes, guionistas, etc. Qué tan lejos es una imagen del Ecuador hacia el mundo.
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