Miedo de
de perder la soberanía de tu canto,
de ser simplemente un migrante
que cruce olvidos.
Con una vela
enciendo mis adioses,
te mato muerta
en la cicatriz del día
Donde las uvas
olvidaron el vino en su viaje
y nosotros somos
una permanente expiración
donde nadie puede bailar
Bailar en la poesía
en fa menor para el deseo.
18/5/2010