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06 diciembre 2006

FRANKLIN BALLESTEROS, UNA ODA QUE VA MÁS ALLÁ DEL PINCEL


Gabriel Cisneros Abedrabbo

“No es la intensidad, sino la duración del sentimiento
elevado la que constituye a los hombres elevados.”

Nietzsche

Entregarse, es la certeza absoluta que el acto y sus consecuencias responden a la íntima necesidad; sobrevivir a la muerte. Más allá del Yo profundo de quien se lanza al mar dual al crear, la obra confrontando su trascendencia se bate cada día a duelo con la moda social, para que las dimensiones, la realidad y el espacio tiempo en donde existe asimilen su verdadera trascendencia.
La construcción plástica de Franklin Ballesteros es por si misma una oda ilimitada de colorido; se enfrenta a sus fantasmas diarios, con la prolongación trascendental del creador, halo vital donde la técnica desarrollada, la textura y la creatividad coexisten en la construcción de la armonía estética requerida por todo bien artístico. Inclusive por aquellos que diagraman sus estructuras en el caos
Para entender la visión de Franklin Ballesteros, debemos compenetrarnos con su extensa obra, y sus diversas técnicas en donde la afinidad espiritual con paisajes, y sensaciones humanas contrasta con el oficio fulgente del Maestro, comprometido con las latitudes históricas y humanas de la patria va recreando desde su pincel plazas, mujeres diáfanas, parques, casas impregnadas por el sueño andino de nuestra cotidianidad y caricaturas donde los personajes se transportan a espacios y sentimientos plenos que se manifiestan, en ocasiones, jocosos en otras en extremo sensibles, siempre respetando la dignidad personal.
Franklin Ballesteros, desde muy niño manifestó sus inquietudes plásticas, a los cuatro años realizó su primer retrato, en adelante enrumbó su barco al mar o al abismo dual del arte. Por vocación seguramente le tocó bogar en soledades, intimismos que en realidad acompañan y apasionan, soledades donde la admiración a los grandes personajes históricos se plasmó en retratos cuya gestualidad nos permite entender el carácter férreo de personajes como Benjamín Carrión, Juan Montalvo, Simón Bolívar, o aquellos que comparten con nosotros el aire y el maíz como el escritor Raúl Pérez Torres.
El arte más que profesión o hobby , es una forma de vida donde el creador cae en aquel poseso de circunstancias tramadas por don destino, quedando predestinado a construir una obra nutriente al espíritu humano. Franklin Ballesteros con pincel, sueños y tenacidad ha ratificado cincuenta y tres años de dulce y apasionada relación con las artes plásticas. Posee paraísos e infiernos, por ellos contamos con una labor plena, madura, suscitadota de la esencia más evolucionada de la humanidad.

MEDICINA TRADICIONAL ECUATORIANA



Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

La salud integral, es un derecho del ser humano, como tal dentro de las manifestaciones implícitas de la cultura, debe ser valorado en sus distintas dimensiones. Dada la crisis económica que atraviesa nuestro país y la idiosincrasia de nuestro pueblo la medicina tradicional ha tomado un auge, auge que se debe también a los equilibrios que proporciona el hacer uso de la misma, es decir las pocas contraindicaciones médicas que provoca.
La medicina tradicional, en el Ecuador tiene raíces históricas que se remontan diez mil años en el tiempo, cuya permanencia se ha hecho plausible a lo largo de tres siglos de colonia española y dos de vida republicana. Vigencia que ha sido sustentada en satisfacer las necesidades y cosmovisiones de los pueblos necesitados del Ecuador, así se han nutrido con su esencia; indios, mestizos, montubios, campesinos, y otros grupos que han encontrado en ella una alternativa menos costosa y de fácil acceso.

Los viejos curanderos salen de la clandestinidad, difunden sus remedios, practican los ritos ancestrales, como una consecuencia del resurgir cultural que marca la época, sin embargo las estructuras de poder no han legalizado su ejercicio. Gracias a la iniciativa popular van alcanzando y proyectando sus necesidades. Prueba de ello se creó el proyecto de medicina tradicional "En la mira de nuestras abuelas", que se desarrolla en Calderón, una zona urbano-marginal de Quito. Proyecto piloto de salud pluricultural ha sido diseñado de manera participativa por madres de familia, curanderos y médicos.

La nueva medicina, no debe descartar posibilidades, debe ser un punto donde converjan de manera integral todos los viejos y nuevos conocimientos promoviendo una visión integral de la salud, que se exprese en el equilibrio espiritual, social, ambiental, mental y físico del hombre.

Los yachacs tienen el deseo de buscar soluciones para superar el prejuicio cultural de desvalorización y miedo a la medicina ancestral, luchando también por que su conocimiento milenario sea respetado por las transnacionales que ponen en peligro los delicados ecosistemas en América Latina. Es quizá este el conflicto cultural, que debemos superar; medicina tradicional, frente a medicina formal. Por un lado los laboratorios procesan, comercializa y lucran de las plantas y por otro lado el hombre ve en natura la posibilidad de salud familiar; en esta negación la corriente del nuevo ser humano es hallar los equilibrios necesarios para que la medicina como ya dijimos sea una expresión complementaria.

Es bueno saber que aquellos que entregan su vida al servicio de la salud tradicional, en nuestra provincia se hayan organizado en la Asociación de Productores de Plantas Medicinales de Chimborazo “Jambi Kiwa”, la misma que agrupa a 623 familias, mayormente Puruhaes de 60 comunidades de los cantones Riobamba, Alausí, Pallatanga, Palmira, Guamote, Cumandá y Chambo y que construyendo comunitariamente nos proyecten un futuro de alternativas donde tengamos la posibilidad de elegir lo que entregamos a lo que más amamos, nuestros hijos.

LOS YACHACS HOMBRES DE SABIDURÍA



Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

Las culturas prehispánicas que habitaron el Ecuador, tenían una forma cósmica de ver y entender el mundo; es decir sus vivencias como filosofía estaban fundamentadas en el entendimiento de las leyes que rigen la naturaleza. De ahí que su cosmovisión no fuera lineal al estilo occidental, sino más bien circular o mejor dicho cíclica.

Dentro de la evolución de estas culturas, surgieron divisiones naturales en la escala social, en la que los iniciados o conocedores de los misterios; los yachacs tuvieron y tienen fundamental trascendencia para el desarrollo religioso político y social de los pueblos.

¿Quién es el yachac?, es un hombre de conocimiento, que ha recibido las iniciaciones simbólicas de un maestro, que le han permitido alcanzar conocimientos en astrología, medicina, artes y ciencias, para ponerlas al servicio de su pueblo, pero es más que eso es el depositario de la cultura secreta e iniciática y de los conocimientos adquiridos a lo largo de la historia de un pueblo.

Mucho confunden a los yachacs o los llaman shamanes, cuando la denominación correcta es yachac, actualmente en el Ecuador como en América Latina existen muchos iniciados, los más trascendentes permanecen invisibles a la sociedad y son los que guardan los ritos y los conocimientos del pueblo indio.

Makarios Oviedo, escritor riobambeño, en su investigación periodística – antropológica “El retorno del hombre rojo”, recoge en una serie de entrevistas la forma, de ver, entender y asimilar el mundo de estos hombres de conocimiento que se reunieron hace algunos años en Cochabamba, Bolivia para juntar sus vibraciones para preparar a los pueblos en los cambios que se avecinan con el próximo pachacutic, o ciclo de 500 años como lo explica claramente el cineasta e investigador ecuatoriano en su documental “Puntiachil”; lo cierto es que como ya dije para los indios el devenir histórico es circular y responde a ciclos, que se van alternando en etapas de prosperidad y decadencia, según se desprende de las investigaciones los yachas creen que el segundo pachacutic ya inició y llegará a su punto culminante entre la tercera y cuarta década de este siglo, con lo que se vera un resurgir de la cultura indígena, de su visión ecológica y humanista de relacionarse con los elementos, de su respeto a la madre tierra. Estos yachacs reunidos en Cochabamba, plantearon elementos unificadores a esta evolución cíclica, así cobra fundamental vigencia la visión teórico práctica de la cultura del maíz.

El conocimiento y sobre todo el entendimiento de los ciclos de la vida, marcan necesariamente las nuevas formas de interrelación que el hombre de este siglo debe tener con la naturaleza, interrelación que obligatoriamente debe estar marcada por el respeto.

EVA, ENIGMA QUE SE HEREDA


Gabriel Cisneros Abedrabbo
La Eva, maravillosa, incitadora a planos de conciencia y erotismo, es redescubierta en la necesidad de vida de Nelson Villacís, quien la va moldeando con la palabra en nuestros sentidos asustados, palpitantes e inclusive extasiados, que a partir del texto, la perciben diferente, con una conciencia plena que guía al Adán temeroso y torpe a la Luz.

“Eva ebriedad y enigma”, es la tercera publicación de Nelson Villacís, quien con una poesía sin complicaciones nos va desenredado un mito machista de la historia y redimensiona el valor e importancia de la mujer, denotando una actitud irreverente por justa, antidogmática por necesaria y humana, porque ante todo y después de todo nuestra naturaleza es una manifestación plena de dios libre de religiones, miedos y más elementos que involucionan la conciencia.

El amor toma vigencia, en un mundo que nos encarcela en estadísticas y mazmorras mentales, el amor transmuta las esencias con la palabra, y nos proyecta a un espacio desde el cual el hombre es nuevo ya no en esas viejas utopías, sino en su propia individualidad, que ve y pelea para transformarse y transformar.

Ha ratos Villacís, explota con tal furia como lo habría hecho Adán, y se revela contra la Eva representada en la mujer amada cuya ausencia es demasiado grande para permitírsela, el verso se vuelve cómplice, esclavo y monarca y el poeta sobre todas las circunstancias, sobre si mismo cae en la utilización de un lenguaje que podría herir el oído de mojigatos e hipócritas, pero que calza en el edificio del amor, cohesionando en el hecho de escribir ó leer el poema el amor y la literatura.

Las formas, las texturas y el fuego de la poesía de este entrañable irreverente y amigo, Nelson Villacís, no deben ser descritos en una critica un poco fría, deben ser descubiertos en el acto de amor que el lector y el poeta mantienen en la sobrevivencia del texto; así que les invito a que se integren al sueño del poeta y que transmuten los actos en el tercer elemento del arte; porque para mí la lectura de un texto la contemplación de una obra de arte u otros entraña un dialogo entre el creador y el espectador y de este diálogo, como fruto de una armonizar de fuerzas distintas surge la valoración personal del bien artístico y eso es lo realmente importante porque desde nuestra individualidad asimilamos, construimos y recreamos el arte.

Este libro que se entrelaza con mis manos, es el fruto de un montaje actoral que llevó el mismo nombre y cuya dimensión en la implantación de nuevos paradigmas fue de naturaleza única en la ciudad de Ibarra; con el recital de cuerpos desnudos, de almas desnudas de pensamiento libre, que guardo como un referente en la memoria.

XIMENA IDROBO, LA OTRA TEXTURA DE LA PLÁSTICA


Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com


Los textiles y particularmente la lana tienen la capacidad de cobijarnos, de brindarnos el abrigo físico y espiritual que nuestra esencia necesita; por lo que utilizados como materia prima en la elaboración de bienes artísticos alcanzan connotaciones, ternuras insospechadas, belleza y acabados exquisitos. Tal es el caso de la obra de Ximena Idrobo, cuya visión del mundo y necesidad de diálogo se transmiten en simbolismos andinos.

La creadora, desde 1986 ha incursionado en las artes plásticas con la técnica textil en fibra vegetal y su obra ha sido muy reconocida en el país como fuera de él por lo que algunas de sus obras se exponen en galerías y colecciones privadas de los Estados Unidos, Alemania, España e Italia. A lo largo de su carrera artística ha participado en exposiciones individuales y colectivas en algunas provincias del país. Por la calidad conceptual y estética fue, una de los dos ecuatorianos que fueron seleccionados a participar en el Salón Internacional de Arte Siart / 2001, que se realizó en la Paz Bolivia.

La artista, comunica sus vivencias individuales y colectivas desde una obra rica en el mestizaje andino; la sabiduría ancestral se hace presente en la recuperación de viejas técnicas textiles que al vincularse con las herramientas europeas, se nutren y transforman; por esto desde sus más íntimas connotaciones fluye la obra de Ximena Idrobo dentro de un contexto que sintetiza la visión de los pueblos de América en una obra bastante abstracta cuyas motivaciones devienen de imágenes conceptúales. En su última serie: los pájaros toman analogías con la vida, con la procreación y con el amor.

Para Ximena Idrobo, el arte siempre será fundamental por ser la expresión espiritual que deja huellas de las interrogantes existenciales. Más allá de la maquinización de los sistemas de producción; existe en el hombre algo que lo distingue de animales, ese algo se transmite y transmuta en el arte. Esa es su razón de crear, su razón de vivir.

Para la plástica de Chimborazo y del Ecuador es de fundamental importancia que dos de sus creadores hayan sido elegidos y hayan representado dignamente al país en el marco del Salón Internacional de Arte SIART, con un jurado integrado por curadores Internacionales de Alemania, Bolivia, España, Francia, México y Suiza. Quienes tuvieron la difícil misión de seleccionar del conjunto de las propuestas, aquellas obras que representaron de manera más elocuente las diversas tendencias y medios de expresión del arte contemporáneo. En este proceso fueron seleccionadas 112 obras de 281 obras presentadas, que corresponden a artistas de los países de: Bolivia, Uruguay, Argentina, México, Chile, Perú, Venezuela, Dinamarca y Ecuador.

Con extraordinaria satisfacción para el País y Riobamba, se contó en este evento de trascendencia Internacional, con la participación de dos Ecuatorianos seleccionados por el jurado internacional, los artistas ecuatorianos Ximena Idrobo y Genaro Onofre, cuya obra fue expuesta en el II Salón Internacional de Arte, SIART (Bolivia) 2001.