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22 noviembre 2006

JOSÉ QUEVEDO ENTRE EL EGO Y LA UTOPÍA

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com
El arte es mi modo de respirar; mi único y suficiente antídoto contra aquello que llamamos muerte”
José Quevedo B.

“Pepito", como todos lo conocemos es el hermano absoluto cuya particular visión se ha encaminado a cohabitar con las artes; las ha enamorado como a mujer en la desnudez de la verdad y la fidelidad, con un trabajo que se remonta al útero de la tierra. Su visión respetuosa por los elementos diáfanos se torna en una cascada irreverente para sepultar a mercaderes del arte y crear alternativas de interacción dialéctica entre el creador y el destinatario de su obra, dentro de los procesos participativos de la dinamia socio cultural. Su actual trabajo escultórico permite que quien se integre a sus vértices, lo reconstruya en posibilidades limitadas tan solo por su propio intelecto, algo así como escultura interactiva.
El poeta flora dimensiones fantásticas con la palabra, que parten del ego y la piel, de las visiones telúricas que lo han conmovido en las fantásticas “Galápagos”, en donde ha recreado en lienzo sus profundas inquietudes pictóricas plasmadas en cuerpos humanos con cabezas de animales que las habitan y que se entremezclan con los sueños que sembraron duendes y silencios desde su infancia en la memoria.
Su trabajo actoral, mímico y musical se sustenta en la originalidad de sus propuestas escénicas, graficación testimonial del entender los sentimientos y circunstancias sociales proyectadas metafóricamente.
Integral, el artista ha seducido con sus bohemias- ahora sin alcohol- y sus lobos también a la guitarra, que se deja hacer en sus manos y gratifica a sus amigos con aquel infinito equilibrio que proporciona la música, música que sabe a mujer, a pecado, a injusticia social, a mito y utopía.
La textura del carrizo que cotidianamente no ha sido validada como materia prima para obras estéticas, al estilo de Kafka, sufre una metamorfosis en las manos de Pepe Quevedo que la torna en concepto, símbolo y equilibrio; esta connotación especial y la universalidad de su pensamiento han hecho que el Gobierno Cubano lo invite para que a partir del 23 de Marzo de 2003, realice una exposición escultórica complementada con presentaciones mímico - teatrales. Así mismo en la Habana, hará el lanzamiento de la canción “El cóndor voló” – de su autoría- en homenaje al maestro Oswaldo Guayasamín en la Fundación que lleva su nombre.
LOS DESDOBLAMIENTOS DEL CONTRARIO

Inicio mi conversación con Pepe Quevedo, quien me rompe las latitudes y preguntas; desbarata el ancla con la que estereotipé mi cuestionario. Él se convierte en parte de ese silencio al que pide tomar la palabra desde su condición de mimo para entender el arte desde su particular forma de vivir.

¿Quién es Pepe Quevedo?

Yo soy la consecuencia de una alianza de mi contrario, la mayoría de los seres humanos somos lo que no queremos ser. Hace algunos años tenía problemas conciénciales producto de la incapacidad de aceptar a mi otro yo.

¿Quién es ese otro tú y como a incido en tu obra estética?

Me ha permitido desmentirme y desvelizar el otro costado de las pesadillas. El ser humano en la misma intensidad que ama puede odiar, en la misma intensidad que es generoso es avaro, en la misma intensidad que es leal puede ser traidor. Cuando realizo una acción de bien no lo hago para sentirme más bueno sino menos malo. La obra estética es producto precisamente de esa alianza de los demonios y ángeles que todo ser y los artistas llevamos dentro. El arte es el duendecillo una especie de médium de estos dos entes aparentemente antagónicos.

Pepe Quevedo viene de una familia de creadores. ¿Quien ó quienes han influido más en tu vida?

Mi abuela paterna que era una gran pianista; mi abuelo paterno, poeta oral montubio; e, indudablemente mi padre primera voz del trío “Los Indianos” y actor de la compañía de “Ernesto Albán” que se constituyó en mi primer referente teatral y artístico en mi vida, puesto que desde mis cinco años tuve la oportunidad de convivir con ella.

¿Qué es el arte, para usted que lo ha vivido desde la música, la poesía, el teatro, la pintura, la escultura?

Un antídoto contra la muerte

¿Por qué?
Porque el arte inmortaliza los mejores sentimientos del ser humano.

EL ser humano teme a la muerte, usted dice que el arte es una victoria sobre ella. ¿Podemos escapar de ella acaso?

¡Viva la muerte que nos permite estar vivos y viva la vida que nos permite morir viviendo! Hay muchas formas de morir, particularmente yo he decidido no morirme nunca, ya he muerto lo suficiente.

Puede hablarme usted de su obra mímica.

Mi técnica es lo que se denomina en las artes escénicas, naturalismo। Opto por la parodia, la paradoja en los contextos sociales y ecológicos. Berolt Brech, el gran dramaturgo alemán nos dio diciendo: “… Los artistas nos valemos del arte, para hacer humanamente posible, lo que políticamente es justo…”. El lenguaje mímico teatral con excepciones mínimas en cuanto a significados y significantes se refiere es un lenguaje universal, ahí está la magia cuando el silencio colectivo universal toma la palabra.

¿Se morirá en París con aguacero?

No, porque resucitamos en cada poema de Vallejo.

¿Qué prepara para el futuro, qué esta creando?

Gracias al Arq. Pablo Cárdenas Oleas, que tuvo la generosidad de obsequiarme papel elaborado con la celulosa de plátano, estoy preparando una exposición con técnicas mixtas construidas sobre sus superficies.

Terminada la entrevista con Pepe Quevedo, realmente me siento muy lleno espiritualmente por el alimento recibido, por los instantes de vida robados sin permiso.

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