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25 junio 2008

NELSON MELO: PRIMITIVO DEL FUTURO


Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

La tarde se triza en una ciudad que se yergue indiferente ante los ecos y las músicas que se proyectan। Con urgencia me acerco al viejo Melo leyenda viva del rock en Chimborazo, para hurtarle un poco de su memoria e impregnarla en el papel como crónica de vida de un ser humano que nunca dejó sus sueños por las bambalinas con que nos mienten desde las vidrierías. Disparó con ansia desesperada la primera pregunta…

¿Melo cuándo y por qué se enamoró de la Música?

En mi niñez en la ciudad de Cuenca, me quedaba dormido a las orillas del río Tomebamba, que me arrullaba con sus músicas silvestres y me transportó desde la Mamá Tierra a entender la armonía perfecta en la conjunción del correr del agua con el cantar de los pájaros; fluyó entonces en mí el sentimiento de recrear esas sensaciones y comencé a tararear, con un rondín oxidado que escondía mi padre, mis primeras melodías.

¿Ese amor cómo ha cambiado su vida?

Me ha dado una militancia obsesiva. Soy de una época de cambios permanentes los hippies, el Che, los Beatles y la expulsión del Colegio Salesianos signaron mi ser y mi música, que se encaminó desde el rock, el blues y nuestra palpitares a un espacio fundamental de vivencia donde realmente transpiro la alquimia de mil ecos.

¿Veo que usted es un ser comprometido con el arte musical, es posible mantenerse económicamente de él?

La música a uno le sale del alma, no siempre es remunerado el esfuerzo, los músicos lo damos todo aunque muchas veces nos falte el pan, el techo y el amor. La interconexión que fluye desde los públicos es el mejor aliciente para seguir creando.

Usted es un creador permanente ¿En qué se inspira?

La sociedad le da a uno tantas ironías para inspirarse; el artista es cronista que a través de su voz, su pluma, sus notas o el sueño que construya su individualidad recrea el contexto social de sus circunstancias, yo me inspiro en lo que me duele y me sublima, yo me inspiro en el sentir de los que van por la vida sin maquillaje…

¿Y cuál es ese maquillaje?

Es el perfume falso que todos los días nos ponemos antes de salir de la casa, para olernos sabrosos y por dentro guardamos las falsedades y sin saber cómo nos apuñalamos con cada gota a nosotros mismos.

¿Qué caminos emprenderá ahora viejo Melo?

Aunque son largos los pasos y corto el camino, hay que dejar las huellas para no perder el sentido; seguiré en la música aunque callen todos los violines, con mis intestinos haré las cuerdas para un nuevo instrumento que repique en la montaña.

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